martes, 24 de noviembre de 2015

Simulación

El hombre parece pasar una inmensa cantidad de horas pensando en los “hubiera”, en los futuros posibles, en el devenir de la humanidad, las consecuencias de sus acciones y el florecimiento de las creaciones mismas. Es así como con el paso del tiempo (y muchísima experimentación) la tecnología ha avanzado a velocidades extraordinarias pasando del descubrimiento de la rueda a las computadoras y la inteligencia artificial.

A partir del artículo de Renato Goméz Herrera este texto pretende pasear sobre las grandes predicciones de nuestro futuro en un mundo plagado de maquinas. Para esto, no creeremos todo lo que dice el autor, es más, no sólo tomaremos en cuenta sus argumentos, sino que daremos una vuelta por algunos autores que retoman el tema de la tecnología desde un punto de vista que personalmente me parece fascinante: la sociología, la filosofía y el cine.


Empecemos por los inicios.
Gómez Herrera subraya que la ciencia ficción avanzaba a pasos agigantados cuando la cibernética apenas estaba perforando tarjetas, ya para aquellos tiempos pensábamos en robots humanoides que tomaban control sobre la humanidad. El autor hace un simil con el mito de la creación, un Adán y una Eva que acompañasen a Dios a su imagen y semejanza, o como Gepeto buscando darle vida a su marioneta de madera. Sin embargo cuando dejó de ser ficción resultó que no todos los “robots” tienen una figura semejante a la nuestra, Gómez Herrera duda sobre si necesariamente nuestras creaciones tengan que asemejarse en cuerpo a sus creadores para lograr cosas extraordinarias, es por demás razonable que esto no tenga que ser así.

Si bien la estructura tecnológica de nuestras máquinas no se asemeje a la forma humana, ¿que tan lejos está de la búsqueda de asimilar nuestra más realidad? Paul Virilio alega que a partir del desarrollo de estas nuevas tecnologías la simulación de la realidad nos llega antes que la realidad misma. En una postura mucho más radical diría que la tercera dimensión ya no es la unidad de medida de la extensión, para Virilio el relieve dejo de ser la realidad. Esto también lo va a retomar Baudrillard quien explica la simulación como una generación de modelos de algo real que no tiene origen ni realidad, un “hiperreal”, el mapa que precede al territorio (siguiendo el ejemplo del cuento de Borges). Esto lo vemos en las predicciones que hace nuestro autor sobre el futuro tecnocrático. Tal vez nuestras maquinas no se asemejen a los hombres, pero buscan replicar la realidad de los hombres. Aquí vemos el ciberespacio, la realidad virtual, la comunicación, la clonación, etc…




Gómez Herrera no pareció tomar esto en cuenta, tal vez porque se centra de inmediato en la inteligencia artificial y lo que ella representa en nuestro futuro más cercano. Nos dice que puede definirse como el medio por el cual las computadoras, los robots y otros dispositivos realizan tareas que normalmente requieren de la inteligencia humana, esto gracias al estudio de las redes neuronales, que aunque sigue siendo un tema complejísimo de abordar ha tenido grande avances en el campo de la ciencia. Por ahora nos hemos centrado en copiar electrónicamente el funcionamiento del cerebro. Si bien es cierto que hay grandes avances, también hay que tener en cuenta que el cerebro posee una inmensa capacidad neuronal que se interrelaciona continuamente para llegar a lo que entendemos por pensar. Falta un largo camino que recorrer antes de que las máquinas tengan los mecanismos intuitivos de los que nos habla el autor para poder reaccionar ante situaciones inesperadas o tener una interrelación creativa.

Esto me lleva a recordar la película de Alphaville dirigida por Godard, en la que nos introduce a un mundo matemáticamente perfecto, donde todo acto está orientado a predecir el futuro, donde las leyes de la acción-reacción dejaron de ser naturales y pasan a ser un cálculo lógico para evitar desequilibrios. Déjenme darles una noticia y un pequeño spoiler: todo termina siendo un completo revoltijo de anulaciones de significados y creación de nuevos. No, no acaba bien.
Pero no todo es tan malo, Gómez Herrera nos lleva en un viaje de sueños futuros a lo que podría ser próximamente nuestra realidad; la desaparición de artefactos que se vuelven obsoletos, un Internet rapidísimo, la posibilidad de compartir casi cualquier cosa a cualquier persona en donde sea que se encuentre, prácticamente de inmediato. Edificios inteligentes, robots biológicos, computadoras sin corazón manejando la economía mundial.




Es en este punto dónde tanto el autor como yo nos hacemos la pregunta: ¿Y la gente? ¿Qué pasará con aquellos que no tienen acceso a la educación y a la tecnología?  ¿cómo cambiaran las relaciones de producción, de comunicación? ¿cómo se transformará el tiempo libre, el desempleo, las diferencias socioeconómicas? Para responderme aunque sea un poco esta inmensa interrogante Paul Klee responde fatídicamente que las tecnologías de tiempo real están logrando matar al “presente” aislándolo de su presencia aquí y ahora, por el bien de otro espacio conmutativo que ya no está compuesto por una “presencia concreta” en el mundo sino una “telepresencia discreta”. Si esto está ya sucediendo, ¿Cuántos otros cambios no traerá consigo esta revolución tecnológica? ¿Hasta que punto estas tecnologías pronto dejarán sin efecto no sólo la naturaleza del medio ambiente humano y su cuerpo territorial sino también el entorno individual? 

Vemos que cada vez más y según las predicciones de nuestro autor, el desarrollo del espacio territorial por medio de maquinaria (nuestro mundo está invadido por maquinas, al puro estilo de la ciencia ficción) está dando paso a un control casi inmaterial del ambiente, nuestras manos tal vez ya no vuelvan a tocar nada, un ambiente que se conecta a un cuerpo-terminal, una extensión nuestra que se asemeja a nosotros, pero no es en realidad “nosotros”.

Bibliografía

Gómez Herrera, Renato "La Inteligencia Artificial. ¿Hacia dónde nos lleva?" Cómo ves?, 1999
Baudrillard, Jean. “Cultura y Simulacro”. Editorial Kairos, Barcelona, 2007
Virilio, Paul. “El Ultimo Vehículo”
Jean-Luc Godard "Alphaville" 1965


lunes, 9 de noviembre de 2015